Transportándome al pasado y volviendo al presente, pienso en diversas situaciones que a día de hoy pueden presentársenos, alejándonos de la comodidad (desde dormir a la intemperie, quedarte sin gas, hasta ser parte de una guerra), por lo que no queda más que concluir que los hombres podemos afeitarnos con agua fría. De hecho, el método tiene un gran número de adeptos, algunos llegan a defenderlo a capa y espada.
Una de las ventajas que mencionan quienes se afeitan con agua fría, es que, como el agua caliente reblandece el vello, es muy posible que al pasarnos la cuchilla, pasemos por encima del pelo, porque la cuchilla se desliza más fácilmente. En cambio, si utilizamos agua fría, el vello se mantiene erguido, y la cuchilla puede cortar todos y cada uno de ellos, así que son capaces de afeitarse con un solo pase, evitando cualquier tipo de irritación. En resumen, que el resultado del afeitado es mucho más apurado.
Otro punto a favor, sostienen, es que afeitarnos con agua fría es más saludable para la piel y para el cuerpo en general, (el agua caliente tiende a resecárnosla), además el agua fría mejora la circulación, aporta brillo y lozanía a la piel al cerrar los poros y la cutícula del vello. También es vigorizante, energizante, proporcionándonos una sensación de bienestar y por si fuera poco, estimula la producción de testosterona en el hombre. Nada mal, no?
Por otra parte, afeitarnos con agua fría nos ahorrará tiempo y dinero: nos acostumbraremos a poder afeitarnos en “cualquier” parte (mientras tengamos agua, por supuesto), y sin tener que esperar a que salga el agua caliente…verdaderamente útil si se nos ha hecho tarde y vamos con las prisas.
Mi experiencia no ha sido tan buena como los fan del agua fría lo pintan: encuentro que es mucho más difícil para mí conseguir un buen resultado (probablemente porque tengo el vello muy abundante y grueso). No logro un afeitado apurado, porque no puedo cortar el pelo a ras, porque me saldrían rojeces, y más tarde granos (e inevitablemente, foliculitis). Lo veo como una opción sólo en caso de emergencia, o en verano, en días muy calurosos, para mantener la barba corta pero con ese look de 3 días…
Creo que una vez más, se trata de qué va bien con tu piel y con tu vello, y en qué etapas te encuentras. De todas formas y especialmente en este caso, probar no cuesta nada.
Una de las ventajas que mencionan quienes se afeitan con agua fría, es que, como el agua caliente reblandece el vello, es muy posible que al pasarnos la cuchilla, pasemos por encima del pelo, porque la cuchilla se desliza más fácilmente. En cambio, si utilizamos agua fría, el vello se mantiene erguido, y la cuchilla puede cortar todos y cada uno de ellos, así que son capaces de afeitarse con un solo pase, evitando cualquier tipo de irritación. En resumen, que el resultado del afeitado es mucho más apurado.
Otro punto a favor, sostienen, es que afeitarnos con agua fría es más saludable para la piel y para el cuerpo en general, (el agua caliente tiende a resecárnosla), además el agua fría mejora la circulación, aporta brillo y lozanía a la piel al cerrar los poros y la cutícula del vello. También es vigorizante, energizante, proporcionándonos una sensación de bienestar y por si fuera poco, estimula la producción de testosterona en el hombre. Nada mal, no?
Por otra parte, afeitarnos con agua fría nos ahorrará tiempo y dinero: nos acostumbraremos a poder afeitarnos en “cualquier” parte (mientras tengamos agua, por supuesto), y sin tener que esperar a que salga el agua caliente…verdaderamente útil si se nos ha hecho tarde y vamos con las prisas.
Mi experiencia no ha sido tan buena como los fan del agua fría lo pintan: encuentro que es mucho más difícil para mí conseguir un buen resultado (probablemente porque tengo el vello muy abundante y grueso). No logro un afeitado apurado, porque no puedo cortar el pelo a ras, porque me saldrían rojeces, y más tarde granos (e inevitablemente, foliculitis). Lo veo como una opción sólo en caso de emergencia, o en verano, en días muy calurosos, para mantener la barba corta pero con ese look de 3 días…
Creo que una vez más, se trata de qué va bien con tu piel y con tu vello, y en qué etapas te encuentras. De todas formas y especialmente en este caso, probar no cuesta nada.